Larry Tesler ha muerto a los 74 años. He ido a buscar su perfil en la Wikipedia, y me encuentro con muy poca información para una figura tan importante en la historia de la informática. Para la mayoría, Tesler ha sido hasta ahora un absoluto desconocido, que se ha hecho popular estos días por los titulares que le atribuyen ser el inventor del copia-pega. Es cierto, pero que quede solo eso en nuestra memoria no sería el tributo que se merece.
Trabajando en el Xerox PARC en 1975, Tesler y Timothy Mott, crearon el procesador de texto Gypsy, se basaba en uno previo, llamado Bravo. Era una herramienta que se adelantó 10 años a su tiempo. Hubo que esperar a que Apple lanzase el Macintosh en 1984 para ver funcionando un editor de texto en un interfaz gráfico. Y otros diez años más para que Windows o Word se popularizasen. En el desarrollo de Tesler se implementaron por primera vez los conceptos de cortar o copiar y pegar los bloques de texto.
Mientras que escribo este post no dejo de utilizar precisamente el cortar y pegar, para reordenar frases y párrafos. Pero reducir la carrera de Tesler a la "invención" de algo tan importante, como anecdótico, dejaría en un segundo plano las aportaciones más relevantes de este sobresaliente programador. Que además era más que un "informático", era un humanista en el más amplio sentido, que por eso fue capaz de transformar la experiencia de usuario. Un ámbito que revolucionó y que sigue operando sobre las ideas desarrolladas por este genio.
Inicios y el Xerox PARC
Larry Tesler inició su carrera en la programación de ordenadores a principios de los años 60. Al final de aquella década ya estaba trabajando en temas relacionados con la IA, en el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford. "El trabajo era técnicamente fascinante, pero un día me desperté y me di cuenta de que esto no sería viable en décadas", comentó años más tarde.
En 1970 Tesler se divorció de su novia de la universidad tras un breve matrimonio. Subió a su hija al coche y se fueron a Oregon para rehacer su vida, construyendo casas con un grupo de veteranos de la Guerra de Vietnam. En aquella época los ordenadores no eran algo habitual y en aquel lugar mucho menos que en California. El único ordenador en cientos de kilómetros a la redonda lo tenía en un banco, pero no necesitaron a Tesler. Menos mal.
Cuando se puso en contacto con sus colegas del laboratorio de IA de Stanford, su situación comenzaba a ser precaria, allí le dijeron que Alan Kay intentaba localizarlo. Kay, que era por entonces un miembro destacado en Hewlett Packard, estaba pensando en hacerse cargo de un nuevo proyecto en el laboratorio PARC de Xerox. Había estado buscando a Tesler para que trabajase con él en Palo Alto. Incluso fue hasta Oregon a buscarle, un viaje de más de 800 kilómetros, lo que da una idea del potencial que veía en Tesler. Llegaría a decir "es uno de los intelectuales más interesantes y uno de los mejores programadores", del laboratorio de IA de Stanford. Medió para que ofrecieran un puesto a Tesler, pero él solo estaba interesado en algo a tiempo parcial, que le permitiese seguir viviendo en Oregon.
No pudo ser así y volvió a trabajar de nuevo en Stanford, donde desarrolló Pub, un editor que transformaba el texto usando etiquetas. Algo parecido a lo que hacemos con el HTML en la actualidad, para ver el texto en negrita o cursiva, por ejemplo. Pub se distribuyó a través de ARPANet, la precursora de Internet, y fue bastante popular en el mundo académico de la época.
En 1971, rechazó otra oferta de Xerox, por motivos salariales, le interesaban sobre todo los ordenadores personales. Dos años después se incorporaría finalmente al proyecto Alto, la computadora personal de Xerox. También trabajó con Kay en el Learning Research Group, en el desarrollo de Smalltalk, el primer lenguaje de programación orientado a objetos. Junto con un compañero redactó un documento sobre el futuro de la informática, donde mencionaba los iconos, mover bloques de texto o sobre cómo se usarían las imágenes. En ese paper trató conceptos tan absolutamente fuera de aquel tiempo como el "me gusta", que tardaría casi 20 años en ser implementado, tras la llegada de Internet.
En el PARC ya estaban trabajando con interfaces gráficas y ratones, pero por decirlo amablemente era un concepto de lo más enrevesado, un tanto soviético. Insertar o editar era complejo hasta con un ratón, porque eran dos modos de trabajo diferentes. Tesler aprovechó la incorporación de una secretaria que venía de IBM y había usado sus procesadores de texto, para preguntarle cómo haría ella todo ese proceso. "Si tengo que insertar algo aquí, señalaría aquí y luego escribiría lo que siguiera". Se llamaba Sylvia Amundsen y gracias a sus aportaciones inventó un procedimiento en el que no había modos, siempre se podía editar o insertar. Tesler aprovechaba a todos los que pasaban por allí para asimilar el punto de vista de los usuarios, refinar los interfaces y la forma en que se interactuaba.
En 1978, ayudó a Adele Goldberg y Douglas Fairbairn, a desarrollar el Xerox Notetaker, el que puede que sea el primer ordenador portátil. Como Fairbairn tenía mucho que hacer en el desarrollo del hardware, animó a Tesler a que colaborase también en esta área. Para hacernos una idea de la capacidad de estos genios, Tesler, sin conocimientos de electrónica previos, diseñó la placa del procesador. Al hacerlo descubrió que la documentación del Intel 8086 tenía errores, por lo que no funcionaba. Una semana después de que Intel les enviase los procesadores de muestra, ya tenían una placa operativa.
En el desarrollo del Notetaker se encontró con que había que simplificar el diseño de la tarjeta Ethernet. En un portátil no había espacio para una tarjeta de 100 chips y había que hacerlo con 24. Tesler aún lograría reducirlo a 20 al implementar la primera versión por software del protocolo Ethernet.
Tras construir 10 prototipos, Fairbairn y Tesler visitaron durante meses a los ejecutivos de Xerox a lo largo y ancho de Estados Unidos. A finales de 1979 les quedó claro que en su empresa estaban más preocupados por atajar la avalancha de copiadoras japonesas de bajo coste, que por el futuro de la informática personal. El de Xerox, es uno de los errores estratégicos más sonados de la historia del mundo empresarial.
Y así entre cosas sin demasiada importancia 🙂 transcurrieron esos años en Xerox, hasta que apareció Steve Jobs.
La etapa en Apple
Tesler fue el engargado de acompañar a Jobs y los suyos en sus dos visitas al Xerox PARC en diciembre de 1979. Larry estaba asombrado con aquellos tipos, según dijo más tarde "las preguntas que hacían los de Apple me dejaron boquiabierto. Eran el tipo de preguntas que esperaba de los míos en Xerox. Las que deberían haber hecho, pero no hicieron. Cosas como '¿Por qué las ventanas no se actualizan de forma automática? ¿Por qué has hecho así los menús?'"
Y la pregunta que se me quedó grabada fue la de Jobs: 'Estáis sentados sobre una mina de oro. ¿Por qué no estás construyendo un producto?"
Steve se lo acabaría llevando a Apple en 1980. Bruce Daniels, el líder del proyecto Lisa, dijo sobre Larry: "no tenía duda de que lo contrataría. No hacia falta ni entrevistarlo. Compartíamos la visión que había desarrollado en el PARC, nos encantaba, pero ¿cómo podríamos construir algo así? El tenía todas las respuestas, era la fuente de sabiduría que necesitabamos. Tenía la respuesta a todas las preguntas, era apasionado, era una combinación proverbial caída del cielo".
En los siguientes años trabajó en el desarrollo del Lisa, el precursor del Macintosh, y en diferentes departamentos de la empresa. Tras la salida de Jobs continuó su carrera en Apple, donde permaneció diecisiete años. En 1996 Gil Amelio, CEO de Apple, que estaba entre comprar NeXT, la nueva compañía de Jobs, o Be OS, también de un ex-Apple Jean Louis Gassee, acudió a pedirle consejo en la elección. Tesler recomendó NeXT, advirtiendo a Amelio "independientemente de la empresa que elijas, traerás a alguien que te echará de tu trabajo, Steve o Jean Louis". Como es sabido, Apple compró NeXT y así Jobs regresó a la compañía que había fundado con Steve Wozniak dos décadas atrás.
Tesler llegó a los puestos más destacados de Apple, ocuparía el lugar de Wozniak, como Jefe Científico. En 1997 lo dejó todo y creó su propia empresa, Stagecast Software, orientada al aprendizaje de la programación para niños. Pasó por Amazon, donde llegaría a ser el Vicepresidente de Shopping Experience, para irse a Yahoo, también implicado en todo lo relacionado con la experiencia de usuario. A partir de 2008 se dedicó sobre todo a tareas de consultoría.
Larry Tesler es posiblemente uno de los genios más desconocidos por el gran público, pero cuyas contribuciones se cuentan entre las más importantes en la aún joven historia de la informática.
Descansa en paz Larry.
Imagen: Yahoo! Blog