Cómo relacionarse con usuarios sobreinformados

Todos estamos expuestos a un volumen de información sin precedentes. Y para darnos cuenta ni siquiera tenemos que mirar veinte años atrás o remontarnos a algún otro momento en el siglo XX. Simplemente tenemos que volver la vista cinco años atrás, cuando Facebook o Twitter no era algo presente en el día a día, cuando un smartphone, que nos mantiene permanentemente conectados, era algo propio de unos pocos. Esa es nuestra naturaleza actual, tenemos acceso instantáneo y continuo a todo tipo de datos, es de lo que estamos hechos: información.

En esta situación no es sorprendente que el usuario ignore la mayor parte de la información recibida y preste una atención superficial al resto. ¿Cómo hacemos llegar nuestros mensajes a estos usuarios sobreinformados?

 

Reduce el número de mensajes. Cuéntale sólo lo estrictamente necesario.

Apórtale información útil. Debe identificarte como una fuente que merece la pena seguir.

Debes ser creíble, pero sobre todo te tienen que percibir así. Si lo que cuentas no encaja con la idea de cómo debe ser, aprende a modular tu mensaje o descubre cómo conseguir que “compren” tu punto de vista.

-Intenta destacar de alguna forma. No escribas temas que trata el resto, crea un estilo personal y original.

Utiliza la emotividad para llegar a tu público. Es algo que conecta muy bien con la audiencia.

Puedes crear un mensaje diferente, modular el cómo, decidir el cuándo y a quién te diriges. Tienes la capacidad de gestionar completamente tu comunicación. ¿Eres de los que se dejan llevar o de los que controlan el rumbo?

 

Imagen por: @Matylda

 

Estrategia Digital, el punto justo

¿Te crees esto de Internet? ¿Piensas que los móviles, las tablets o las aspiradoras que barren solas son una realidad que no irá a menos? ¿Crees que la tecnología ha cambiado la forma en la que nos relacionamos, como compramos, los años que vivimos y que irá a más? Si es así lo de la Estrategia Digital forma parte de tu ADN. Ahora solo hay que ver como meterle mano en función de tus recursos.

Con esto de la Estrategia Digital, ED, pasa como con tantas otras cosas, aunque seamos conscientes de la necesidad de tomar decisiones, de hacer cosas, parece que nunca es el momento adecuado, que hay otros temas prioritarios, que se puede hacer con medios en casa o con algunos apaños. Las organizaciones son complejas y los tiempos son los que son. Pero la realidad a menudo es bastante más simple de lo que nos planteamos y sentar las bases es más sencillo de lo que podría parecer inicialmente.

 Lo básico de la Estrategia Digital es formalizarla. Definir quiénes somos, lo que queremos hacer y cómo implementarlo en nuestros planes estratégicos. Si eres de los que se comunican con sus clientes, de los que no tienes que contar muchas películas para vender tus productos y asumes los errores ante tus usuarios con naturalidad, eres un candidato perfecto para sacar provecho de la ED y que se traduzca en beneficios para tu empresa. Con esto definido tendrás un buen punto sobre el que diseñar tus acciones.

 Si lo tuyo es tomar el pelo a tus clientes, te escondes detrás de las cifras para ignorar la realidad, si una de cada dos veces que hablan de ti en Internet lo hacen negativamente, también eres un candidato, pero desde luego tendrás que cambiar la forma en la que ves los negocios y las relaciones con los consumidores. Si no lo haces vas a enfrentar situaciones bastante feas. Las estadísticas y las encuestas deben servir sobre todo para sacar a la luz lo que no funciona. Si las tuyas sólo dan cifras bonitas, cuestiónate los objetivos, la metodología o quién la está llevando a cabo.

 ¿Quién se lo puede permitir? Cualquiera. Desde unos cientos de euros no es algo que vaya a desequilibrar las cuentas ni de un autónomo. Pero si quieres saber a qué tienes que prestar atención en los próximos años, es un magnífico punto de partida. Llámanos si quieres charlar sobre estos temas u otros.

 

Imagen por: dampoint

Ayuda a tus usuarios a estar conectados

Todos necesitamos estar conectados. Unos más, otros menos. Pero patologías aparte cualquier ser humano quiere estar en contacto con otros. Aún más acuciante en el caso de los más jóvenes. La relación de dependencia de su Facebook o Twitter ha sido motivo de estudio, pero ninguno podría vivir sin WhatsApp más de unas horas sin entrar en algún tipo de crisis. Necesitamos estar en contacto con los que queremos, con los que apreciamos, con aquellos que nos otorgan el beneficio de su atención o con los que nos permiten seguir siendo líderes de nuestro grupo. El ser humano es gregario e Internet lo ha potenciado.

Por tanto si eres capaz de ayudar a tus usuarios a que estén conectados tienes una poderosa arma para hacer llegar tus mensajes. La principal razón para estar en Facebook o Twitter para la mayoría de las empresas no es para realizar ventas directas. El motivo es estar cerca de tus usuarios, que sepan lo que haces, que descubran como te relacionas con ellos y el respeto que te merecen. No hay que ser demasiado activo, simplemente contar aquello que es relevante y hacerlo de acuerdo con las características del medio. 

Aunque probablemente el mecanismo de contacto más importante que debemos utilizar son las propias web, habrá excepciones, pero como norma facilitar la conexión de los usuarios contigo y entre ellos es la principal tarea que una organización media debe resolver. Los usuarios se comunican por medios que pueden resultarnos extraños o novedosos, pero no debemos olvidar que para ellos es algo tan natural como el uso del móvil o el correo electrónico para otros. Por lo tanto solo tienes que abrir puertas y facilitar la transmisión de tu mensaje. Si necesitas ayuda ya sabes dónde encontrarnos.

 

Imagen por: Striatic

Conseguir ingresos por contenidos

¿Alguna vez has reflexionado sobre los sitios que visitas? Yo lo hago a menudo, de hecho siempre que encuentro algo que me llama la atención, algo que subconsciente ha despertado mi interés, me pongo en modo análisis para averiguar qué es lo que ha encendido la bombilla. Habitualmente es una mezcla de cosas: presentación, contenidos, profundidad de la información… Lo resumo con una palabra: enfoque. Son sitios que han encontrado el enfoque adecuado para una determinada audiencia. ¿Fácil no? Y un jamón. 

Vaya por delante que no soy un experto en cómo convertir contenidos en ingresos. Lo digo por diferenciarme de todos aquellos que se atribuyen este conocimiento, pero que a la hora de la verdad no consiguen que encajen los mensajes con los hechos. Pero si tuviéramos que definir lo que permite que un sitio obtenga unos ingresos decentes, interesantes o alucinantes a partir del tráfico generado, es que han conseguido un enfoque que les gusta a sus visitantes. Y si hemos conseguido usuarios que nos visitan regularmente, tenemos un tipo de público al que ofrecerle otro tipo de información. Los anuncios, por supuesto, son otro tipo de información. Ahora bien hay que hacer publicidad para un lector que está completamente desbordado, pero este es motivo de otro artículo. 

En los últimos diez años ha habido una serie de sitios que han sido capaces de crear modelos de ingresos a partir de contenidos que sus usuarios entienden merece la pena pagar por ellos de alguna forma. Algunos viven de la publicidad, otros de vender estos contenidos, algunos de las suscripciones y los demás de una mezcla de todo ello. Lo alucinante para mí de este fenómeno es como todos estos sitios han conseguido no sólo conseguir ingresos, sino convertirse en redes de contenidos muy poderosas que consiguen ingresos muy relevantes. Sólo tienen una particularidad, todos tienen que ver con Internet, la tecnología o temas relacionados con ellas. Dirás claro es que los de Internet son diferentes. Es posible, pero una característica muy importante que tienen los de Internet, muchos, es que son jóvenes, no tienen dinero y además pertenecen a la cultura del todo gratis. Si esto es así con los de Internet conseguir ingresos de cualquier otro tipo de contenido no debería ser tan difícil.

Tal vez solo se trate de creérselo, de respetar a los usuarios y entender, de una puñetera vez, de que va esto de lo digital. Y es muy fácil, lo resumo: el contenido es lo que cuenta, el usuario manda y no es posible engañar a casi nadie. Si tu proyecto está fallando en alguno de esos tres puntos no busques más explicaciones, aporta soluciones. Si consideras que has acertado con los tres, si las cifras así lo dicen y tienes usuarios fieles y participativos, revisa el modelo de negocio, prueba otras alternativas. Recuerda que no todo el mundo tiene que pagar para conseguir unos ingresos interesantes. A veces se consigue mucho más vendiendo a 0,9, pero en otras hay que vender a 99.

Prueba, evalúa y sigue avanzando. Y si necesitas ayuda para crear la estrategia aquí estamos.

 

Imagen por: Tax Credits

Publicidad vs Contenidos en Internet

Los usuarios no es que sean listos, es que saben latín. Tú te consideras una persona más inteligente que la media, estoy seguro, porque nos sigues. No es fácil engañarte, las pillas al vuelo. Si es así ¿por qué intentas engañar a tus usuarios? Como decía un amigo, Internet está lleno de vendedores de crecepelo. Yo lo descubrí allá por el 97 cuando decidí liarme la manta a la cabeza y convertir en profesión, lo que fue pasión y descubrimiento por unos años. Para competir con los que pululaban por la Red había que ser muy mentiroso o muy elaborado en el discurso o contar las cosas con la máxima transparencia posible. Opté por la tercera, porque mi perfil técnico me hace práctico. Mentir, elaborar, es cansado, consume mucho tiempo y tiene resultados impredecibles.

Convertirte en una fuente fiable de información, un proveedor creíble es fundamental para cualquier negocio en esta época. Veo los anuncios de los detergentes que lavan o blanquean el doble que el anterior y me pregunto cómo es posible que tras decenios de publicidad no dejen ya la ropa no ya blanca, transparente. La publicidad también es información y engañar a los clientes o los usuarios tiene muy poco recorrido. Así que tendremos que encontrar fórmulas en las que la imaginación y la creatividad no afecten a lo que hacemos o vendemos. No es posible tener una imagen creíble en Internet lanzando mensajes que no encajan en el conocimiento del producto y la marca del consumidor.

En la red tenemos multitud de opciones para contar lo que hacemos. Podemos ir más lejos que en ningún otro medio, no hay límites para la creatividad, utilizar el soporte que nos apetezca o segmentar el mensaje hasta límites imposibles en ningún otro medio. Se pueden hacer los videos o audios más imaginativos, o tratarlo de una forma más aséptica, con artículos patrocinados, publireportajes o cualquier otro tipo de información, que sin engañar al lector le aporte algo más de información sobre nuestro producto. Pero lo básico del asunto está ahí: el anunciante debe encontrar una forma de contar lo que sea, a un usuario que estaba saturado de impactos hace años. Hace tiempo que está completamente desbordado y encontrar un resquicio por el que colarse requerirá algo más de trabajo y buenas dosis de imaginación. Es una pena que todo ese trabajo se vaya al garete, porque al final la impresión que le quede es que no le respetamos, que le tomamos el pelo ¿No crees? Si crees que podemos ayudarte a definir o concretar estrategia o acciones concretas, no dudes en consultarnos.

La atención del Homo Internauta: un preciado tesoro Los usuarios no leen, escanean la información, pero es posible captar su atención. Piensa en ti ¿cuánto tiempo le dedicas a las noticias cada día? Yo cada vez menos. De hecho si pienso en mi evolución como lector, sobre todo en los últimos cinco años, cada vez leo menos en papel. Hace dos años que abandoné el periódico de los domingos, otros dos años atrás para dejar los dos periódicos o más, y más de 10 que abandoné la prensa diaria en papel. Si eres de los que aún tienes tiempo para el periódico, he de reconocer cuánto te envidio.

Puede que sea un buen ejemplo del usuario actual de Internet, según dicen las estadísticas presto 70 segundos de media a leer las noticias en un medio, ocasionalmente puedo dedicarle un par de minutos a una concreta y a menudo, a lo que más atención presto es a los comentarios. De las varias horas que dedicaba a un periódico en papel, he pasado a dedicar apenas unos minutos al día a la información general. La radio es lo único que me mantiene conectado con lo que ocurre en el mundo, porque en televisión también hace años que dejé de consumir contenidos enlatados. Cuando tengo un rato las series son mi pasión, es la válvula de escape perfecta, controlas la dosis, la intensidad y la duración. A lo que más tiempo dedico es a los contenidos especializados, los que tienen que ver con Internet, en mi caso, y aquí cada día soy más selectivo, porque hace mucho, mucho tiempo que era imposible estar al día sobre sistemas, programación, diseño, marketing, contenidos… Ahora es absurdo incluso para el profesional especializado. Por tanto creo que represento bastante bien al Homo Internauta. ¿Te pareces a mí? Lo siento 🙂 Pero sigue leyendo tal vez encuentres algo útil.

Prestamos poca atención a lo que leemos en Internet porque no tenemos tiempo, porque queremos procesar mucha información y porque la mayoría de lo que pasa ante nuestros ojos, hemos decidido en una fracción de segundo, que no merece la pena o no es lo que buscamos. ¿Qué posibilidades hay de que un usuario preste atención a la página de nuestra empresa o ese artículo al que hemos dedicado horas o días de trabajo? Entre tú y yo, muy pocas. El usuario se ha acostumbrado a utilizar Internet de una determinada forma, ya no podemos dedicar horas al periódico con el café, y eso no va a cambiar. Es más creo que irá a más. Sólo aquellos contenidos que encajen con nuestra forma de entender la información, que toquen fibras emocionales, idealistas, tendrán alguna oportunidad adicional de superar la barrera que pone el cerebro al exceso de información. Nuestra atención es el bien más preciado.

Y lo sabemos porque es algo común. Escaneamos la mayoría de lo que pasa ante nuestros ojos, pero somos capaces de leer artículos larguísimos, dossiers o incluso libros o novelas, no ya en la tablet o el ordenador, lo hacemos incluso en nuestros móviles. Pero solamente con aquello que despierta nuestra atención, aquello a lo que primero tuvimos que otorgar esa fracción de segundo, seguida por un par más y por los minutos u horas que decidimos merecía ese contenido. Por tanto el medio no es el problema, es algo con lo que hay que lidiar, pero existe la oportunidad de contar con la atención del usuario. Ahora sólo te queda descubrir cómo hacerlo con el tuyo o contrátanos que para eso estamos 😉