Los vencedores de la competición digital

No podemos asegurar con exactitud qué nos deparará el futuro, pero si que se están produciendo los suficientes cambios cómo para tener una idea de por donde irán los tiros. Sobre todo en el área tecnológica y por ende, al mundo digital que ya abarca la totalidad del mundo.

Factores como la inteligencia artificial (AI), la automatización, la aparición de nuevas tecnologías transformarán aún más el mundo que conocemos. Será posible acceder a un consumo en el que los productos físicos y digitales estarán adaptados a las preferencias y necesidades de cada usuario, todo a la carta.

La distribución y entrega de los productos también cambiará sustancialmente. Los digitales los recibiremos de forma instantánea, segundos después de comprarlos. Los tradicionales, los tendremos en nuestras manos en espacios cada vez más breves de tiempo. Si vivimos en una gran ciudad es muy posible que en menos de una hora. Y en cualquier país desarrollado, el plazo no pasará del mismo día.

Las tareas se automatizarán y como consecuencia, se eliminarán millones de puestos de trabajo tal como los conocemos actualmente. Como contrapartida, se crearán otros nuevos, y si las cosas se desarrollan como debe ser, serán más de los que se pierden y de mejor calidad. 

Los empleos emergentes se darán principalmente en el sector tecnológico, algunos de cuello blanco, pero lo más habitual es que estén relacionados con la creación y mantenimiento de los sistema que se hayan creado a nuestro alrededor. No será una tarea complicada en aquellos países en los que ya se estén preparando para estos cambios y resultará algo más trabajososo para aquellos que todavía no hayan empezado.

Para quitarnos de encima el miedo que produce esta más que predecible redistribución del mercado del trabajo pensemos en el ejemplo que apuntaba Marc Andreessen, señalando que la llegada de los vehículos de motor parecía, a principios del siglo pasado, la debacle del transporte tradicional. Pero lo cierto es que no fue así, más bien fue al contrario, ya que se crearon muchísimos más empleos alrededor de esta industria, debido al crecimiento del volumen de personas y mercancías transportadas. Aumentó la necesidad de vehículos y con ellos la de personas que los construyeran, además de carreteras, y de todos los servicios alrededor de este negocio que se beneficiaron con esta expansión, ocio, cultura, comercio…

Los grandes actores del mercado seguirán creciendo, y la oferta de productos y servicios crecerá de una forma que ahora no podemos imaginar. A su vez, los pequeños productores podrán especializarse en productos más especializados y específicos. Y como ha pasado toda la vida, algunos serán siempre pequeños, y para otros será una ocasión para crecer.

Las sociedades con capacidad de educar a sus ciudadanos para estar siempre aprendiendo, para crear y buscarse la vida cuando hay cambios, serán las vencedoras de la competición digital.