La voz es el instrumento que más fácilmente transmite nuestro pensamiento. Hablar es una prolongación de pensar, dicho de una manera muy simple. Todo lo que tiene que ver con la activación de soportes a través de ella lleva tiempo experimentando un crecimiento importante. Es lo que está ocurriendo con la industria de los audiolibros. Una o varias voces nos cuentan una historia. Tan antiguo como la existencia de la humanidad. ¿Acaso no ha crecido y aprendido escuchando historias mucho antes de que existiera la escritura?
Los audiolibros atraviesan un buen momento de popularidad desde hace unos años. No se trata de algo novedoso, desde principios del siglo pasado se han contado historias en vinilo, pero lo cierto es que la presencia de los Smartphones y sus amplias prestaciones han contribuido a su éxito. Aquello que parecía ser la muerte de la lectura, se está convirtiendo en su mejor aliado.
Según datos de Storytel para España, la mayoría de usuarios utilizan audiolibros cuando se hace deporte, o tareas domésticas. Historia, misterio, suspense y desarrollo personal son las temáticas más populares. Un dato curioso es que cada vez hay más usuarios que "leen" a través de este medio en la cama antes de irse a dormir, momento de relax, en el que no se hacen dos cosas a la vez. Es decir, que se está introduciendo como un nuevo formato de lectura sin más.
¿Por qué tienen tanto éxito los audiolibros?
Porque podemos escuchar un libro en cualquier sitio, a la hora que nos apetezca. Sin más actividad que compaginar, haciendo otras cosas, aprovechando ratos muertos, solos o rodeados de gente. Y sin hacer más esfuerzo que escuchar, porque no hay que tomarse la molestia de leer, ya que nos lo dan hecho. Solo necesitamos un soporte móvil, algo que hoy en día tiene cualquiera.
Para los reticentes a los cambios, los expertos aseguran que produce en el organismo las mismas respuestas que la lectura de un libro tradicional. Dependiendo de la complejidad del contenido desde luego, y la atención que se le pueda prestar, pero es una buena manera de consumir contenido que además se puede personalizar regulando la velocidad a la que se reproduce.
Los primeros intentos de reproducir el sonido
Seguramente hubo antes otros intentos de grabar el sonido, la voz, pero hasta 1857, no se patentó lo que se considera el primer aparato capaz de registrarla, aunque no de reproducirla. Fue el fonoautógrafo de Leon Scott. La primera grabación de la que se tiene constancia data de 1860. En el mismo año se grabó una voz humana con el fonoautógrafo de Martinvile y la voz de Edison con su fonógrafo en 1877, que permitía grabar y ahora sí, reproducir el sonido.
Apenas un año después, en 1888, aparece la revolución en aquel momento, el gramófono. Creado por Emile Berliner utilizaba como novedad un disco plano, superando el cilindro del fonógrafo.
Los orígenes de los audiolibros se remontan a los años 30. Hay que esperar hasta 1940, para ver la aparición del disco de vinilo, que permitía una gran mejora en la calidad del sonido y duraba más. El vinilo fue el método de reproducción musical más utilizado en el siglo XX, que empezó a decaer en las décadas finales con la aparición de los discos compactos.
En este siglo apareció la cinta de casete, creada por Philips en 1963, con gran éxito debido a su portabilidad, su precio y su tamaño. Basados en el funcionamiento del casete, a partir de ese momento se produjeron otros inventos como el microcasete, el minicasete, el VHS, casete compacto digital o mini DV.
En los ochenta, el CD, disco compacto que permite almacenar de forma digital todo tipo de datos, desplazó al vinilo y al casete. Y si el CD revolucionó el audio, la llegada del formato mp3, un formato que compresión de audio digital creado por Brandenburg, Popp y Grill en 1986, supuso un antes y un después.
El iPod, reproductor de audio digital portatil aparece en 2001 comercializado por Apple. Los altavoces inalámbricos habilitados para voz, Echo de Amazon o Google Home también sin soportes que permiten escuchar audiolibros.
Los audiolibros han conseguido recuperar "lectores"
Gracias a los soportes portátiles los audiolibros han recuperado el hábito de la "lectura", solo que en un formato diferente. La Audiobook Publishers Association habla de un aumento del 33% en la publicación de audiolibros en 2017, con respecto al año anterior. En 2018, se registraron aproximadamente 50,000 audiolibros en Estados Unidos con un crecimiento del 20% en sus ventas respecto a años anteriores.
Es tan importante el crecimiento, que algunos autores se plantean este formato como primera opción para publicar. En el mercado estadounidense casi un cuarto de la población ha escuchado al menos un audiolibro al mes, generando más de 2.500 millones de dólares en ventas, con un incremento del 33% con respecto al año anterior. En el sector destacan empresas como Audible o Storytel.
Audible es una empresa que vende audiolibros digitales, audios de revistas, periódicos y también información y programación educativa en Internet. Fue creada por Donald Katz en 1997 y desde ese momento ha ofrecido más de 300.000 contenidos descargables. Amazon la compró en 2008. Una de sus ventajas es que se puede descargar la app a cualquier dispositivo.
En 1997 lanzó el primer reproductor de audio digital portátil de 4 MB, con dos horas de audio en formato .aa. En 2003 consiguió tener en su catálogo libros de iTunes Music Store. Con Audible Air, lanzado al mercado en 2005 se podían descargar los audiolibros de forma directa e inalámbrica a Smartphones con actualizaciones automáticas en las descargas. Desse 2012 con Whispersync for Voice se puede intercambiar la lectura en Kindle y escuchar el audiolibro y con Inmersion Reading se sabe qué texto se ha narrado en el audiolibro. Más facilidades aún en 2015, cuando Audible estuvo disponible en Echo de Amazon. En 2016 nace Audible Channels, con podcasts.
Según datos de la propia empresa, en 2017 sus usuarios habían escuchado más de mil millones de horas en contenidos. Ahora mismo cuenta con unos 380.000 abonados frenta a los 20.000 que tenía hace solo cinco.
Storytel, creada por Jonas Tellander y Joan Hobson en 2005. En aquel momento el soporte que pretendían usar, el móvil, no tenía las funcionalidades actuales. Tampoco era conocido el sistema de suscripción, lo que hizo que su proyecto se anticipara a los requerimientos tecnológicos necesarios. Después de arruinarse en 2008 tuvieron una nueva oportunidad tras la confianza que un inversor depositó en su modelo de negocio.
Además de estas dos exitosas empresas en el sector son muy conocidos el Proyecto Gutemberg, la primera biblioteca digital nacida en 1971 y que comercializó el primer libro electrónico. Ofrece más de 55.000 títulos gratuitos de dominio público, en cuya grabación participan voluntarios.
LibriVox es otra plataforma no comercial para descargar libros con licencia de dominio púlico que se pueden escuchar en cualquier dispositivo o grabar en CD.
Ivoox dispone de una gran colección de audios de libre descarga o para escuchar online. Permite crear listas y suscribirse para mantenerse informado de las novedades, guardar para escuchar en otro momento o compartir textos.
Desde 2014 existe el Instituto Deyan de Arte y Tecnología Vocal, el primer campus y escuela del mundo en el que se enseña el arte y la tecnología de la producción de audiolibros.
Y junto al audiolibro el Podcasting también se convierte en un gran negocio, cada vez más exitoso. Según datos de Audiobook Publishers Association casi un 25% de los estadounidenses escuchan uno al menos una vez al mes. Tal es su éxito que empresas como Audible, Scribd o Tunein tienen su propia unidad de podcast interna.
Nos gusta leer, y nos lo ponen fácil y barato, así es que no tenemos más opciones que rendirnos a los audiolibros.
Imagen: Casey Fiesler