¿Quiénes son los programadores o informáticos más influyentes de la historia?

Parece casi imposible acotar y dejar en una breve lista a los personajes más influyentes de la historia de la informática y computación. Siguiendo el criterio, personal, del impacto que ha tenido su trabajo en otros profesionales y desarrollos, así como en las empresas y la ciudadanía en general, esta sería en orden de mayor a menor importancia. No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Es interesante conocer sus nombres, porque aunque muchas cosas no formen parte de tu día a día, sin ellos el mundo no sería tal y como lo conocemos. Por sus inventos y soluciones innovadoras, o porque fueron la inspiración para otros que llegaron después y revolucionaron el mundo.

  • Grace Murray Hopper. Creadora del primer compilador, del lenguaje Flow-Matic, en el que se inspiró el lenguaje Cobol.
  • Kathleen Booth. Creadora del primer lenguaje ensamblador.
  • Ken Thompson y Dennis Ritchie. Co-creadores del lenguaje C y el sistema operativo Unix.
  • Brian Kenighan. Co-creador de Unix.
  • Vinton Cerf. Co-creador del protocolo TCP/IP y de Internet.
  • Bjarne Stroustrup. Creador del lenguaje C++.
  • Donald D. Chamberlain y Raymond F. Boyce. Co-creadores del lenguaje SQL, a partir de un modelo de Ted Codd.
  • Linus Torvalds. Creador del sistema operativo Linux.
  • Tim Berners-Lee. Es el inventor de la WWW (World Wide Web) y co-creador del lenguaje HTML.
  • Bill Gates. Co-fundador de Microsoft.
  • Steve Jobs. Co-fundador de Apple.
  • John McAfee. Creador de del primer antivirus popular de la historia.
  • Ray Tomlinson. Creador del primer sistema de correo electrónico.
  • Marc Andreessen. Co-creador de Mosaic, precursor del navegador Netscape.
  • James Arthur Gosling. Creador del lenguaje Java.
  • David Axmark y Michael Widenius. Co-creadores de la base de datos MySql.
  • Larry Ellison. Co-fundador de Oracle, creadores de la base de datos del mismo nombre.
  • Richard Stallman. Uno de los promotores del movimiento Open Source, GNU Project y la Free Software Foundation.
  • Rasmus Lerdorf. Creador del lenguaje PHP.
  • Brendan Eich. Creador de Javascript y fundador del proyecto Mozilla.
  • Cecil Wayne Ratlif. Creador de la base de datos Vulcan, precursora de dBase.
  • Niklaus Wirth. Creador del lenguaje Pascal.
  • Ada Lovelace. La primera "programadora" de la historia, definió el concepto de algoritmo.
  • Rob Barnaby. Creador del procesador de texto Wordstar.
  • Dan Bricklin. Co-creador de la hoja de cálculo VisiCalc.
  • John Carmack. Co-creador del juego Doom y otros juegos 3D.
  • Larry Page. Co-fundador de Google y creador del algoritmo de indexación.
  • Guido van Rossum. Creador del lenguaje Python.
  • Anders Hejlsberg. Creador de Turbo Pascal.

Krugman se equivocaba

Krugman no estuvo acertado cuando afirmó: «El crecimiento de Internet se reducirá drásticamente, ya que la falla en la 'ley de Metcalfe' es evidente, la mayoría de las personas no tienen nada que decirse. La ley establece que el número de conexiones potenciales en una red es proporcional al cuadrado del número de participantes. Para 2005, más o menos, quedará claro que el impacto de Internet en la economía no ha sido mayor que el de la máquina de fax».Y tampoco parece que lo esté en otros temas. 

Esta es la predicción completa y razonada que hizo en 1998. No está mal para el gurú económico del progresismo. Si esta afirmación la hubiera hecho en 1991, inicio de Internet, o incluso en el 95 tendría un pase, pero no, la hizo al final de la década, cuando era imposible ignorar la magnitud de lo que estaba ocurriendo y de lo que se venía encima. Incluso sin precisar, era obvio que era algo con pinta de ser tocho, tocho, técnicamente hablando, tanto en lo social, como en lo económico.

Además Krugman no confunde un par de variables concretas, fruto de datos o cálculos equivocados. No, se saca de la manga dos apreciaciones generalistas que no tenían ningún sentido dada la evidencia. Era obvio que Internet iba a barrer la sociedad, aunque no se supiera cómo, y que por el camino tendría un impacto económico brutal, como no podía ser de otra forma. No sabíamos cómo serían los móviles inteligentes y tampoco el ecosistema que se crearía a su alrededor, pero sabíamos que los dispositivos serían más pequeños, potentes y que los llevaríamos encima todo el tiempo.

Nadie anticipó el fenómeno de Facebook, pero era obvio que la gente estaba interactuando y que la cosa no iba a ir a menos. Las proyecciones se quedaron algo cortas, pero ya se anunciaban más de 1.000 millones de usuarios en la primera década. A Krugman no le darán un premio por sus vaticinios. A mí puede que tampoco, pero no tengo duda de que lo que viene es mejor. La fiesta aún estará más animada, así que agárrate.

Aunque algunos de los gigantes parecen flaquear, el negocio de Facebook o Apple está mostrando signos de agotamiento, otros como Amazon o Google parecen imparables. Creo que los primeros nos sorprenderán, disponen de cantidades inmensas de dinero. Alguno de ellos invierte más en I+D más de lo que hace España en conjunto, además del recorrido que tienen la robótica o la AI.

Viviremos un notable avance en la forma de interactuar con las máquinas, gracias a la potencia de proceso, a la enorme cantidad de información que proporcionarán los omnipresentes dispositivos de la IoT, gestionados por una Inteligencia Artificial que evolucionará indefinidamente. Esto ya está ocurriendo, pero habrá transformado la sociedad antes de 2025. En el siguiente lustro, hasta 2030, los robots empezarán a proliferar en nuestro entorno. Desde ahora mismo hasta finales de esa decada, sobre todo a finales, solo algún cambio social impredecible impediría la espiral de crecimiento a la que estamos abocados en todos los ámbitos.

En ese proceso desaparecerán millones de empleos, que no se recuperarán. También en España, ya que los puestos de trabajo de esa nueva economía no se crearán aquí. Lo harán en aquellos países que llevan lustros preparándose, en las sociedades pujantes y competitivas. Los que diseñen y programen ese ecosistema estarán en cualquier rincón del mundo, los robots se fabricarán en Oriente y algún país occidental, tal vez USA, ¿Y en España? Seguiremos por la senda del declive europeo, de camareros y cuidadoras. Mientras el cambio climático lo permita.

¿Podemos hacer algo para cambiarlo? Por supuesto, con un profundo cambio educativo y social, algo que no tiene pinta de ocurrir. Así que solo nos queda el comodín de la empresa. No fabricaremos robots a millones, pero podemos fomentar las condiciones para que evolucionar hacia negocios centrados en el conocimiento, no sé cómo se hace, o aquellos relacionados con la atención personal. La enseñanza del español y la creación de contenidos podrían ser dos industrias que ocupasen a un par de millones de personas. Son muchos, sí, pero el potencial existe. Como decía aquel, no hay nada imposible. La responsabilidad es de todos, tuya también.

¿Quién se acuerda de Alphabet?

Google, Amazon o Facebook son monstruos sin control y nadie duda de que Facebook necesita un competidor. Al igual que Twitter está censurando a sus usuarios, dependiendo de qué lado de la línea política se encuentren. Se han sacado de la manga un acuerdo para que ahora sea el Newtral de Ana Pastor, la periodista de La Sexta, quien se encargue de “verificar” la información. El problema es que con 2.000 millones de usuarios, nadie en su sano juicio se plantea competir con la red social de Zuckerberg. 

Por otro lado, Google no deja de lanzar nuevos servicios, gratis al principio, que dejan fuera de la partida a sus competidores. Aunque lo hace con diferentes marcas y bajo el paraguas de Alphabet, nadie ignora quién está detrás. 

Lo mismo ocurre con Amazon y la venta online. La empresa de Bezos canibaliza una buena parte de los beneficios de sus proveedores, para luego competir con productos propios con aquellos que obtienen mejores resultados.

No sé cuál de las tres compañías es más peligrosa. Unas traficando con datos y exprimiendo hasta la última gota de privacidad. Otras laminando sectores enteros del comercio y alterando su funcionamiento en beneficio propio.

Ser un gigante reporta notables ventajas a las compañías, pero también puede ser un problema. Por ejemplo, en el caso del atentado de Nueva Zelanda, Facebook fue capaz de borrar el 80% de los videos que se subieron en las primeras 24 horas, el 20% restante ¡300.000 videos! no pudieron ser eliminados.

Este es un debate que tiene ya unos años y que mis amigos liberales se niegan a entender. Sin competencia no puede haber un mercado libre y estamos hablando de monstruos que cada vez dejan menos espacio a sus competidores. Claro que tiene que haber límites al poder de las compañías, no pueden crecer ilimitadamente si eso significa cepillarse ecosistemas empresariales enteros. No beneficia al consumidor, sin embargo, les convierte en rehenes de esos que les ofrecen “buenos precios” o “todo gratis”. Sonrío mientras escribo esto. 

Desde Estados Unidos se han plantado y parece que van a meter mano al problema. Hay gente disparatada, nótese la ironía, que dice que los gestores de una plataforma, Amazon o Google por ejemplo, no pueden ser al mismo tiempo actores destacados en esos sistemas en los que ¡compiten con sus propios clientes! Algunos Republicanos se suman a la causa, que puso en marcha la senadora demócrata Elizabeth Warren, para luchar contra los monstruos de Internet. 

"Después de años de escándalos, el Congreso está buscando formas de acabar con el tamaño y el poder de  compañías tecnológicas como Facebook y Google. En el lado demócrata, la senadora Elizabeth Warren (D-MA) ha tomado la iniciativa al pedir nuevas regulaciones antimonopolio que dividirían a las compañías y darían paso a una nueva era de acción antimonopolio. Las preocupaciones de los republicanos han sido más difíciles de precisar, a menudo se desvían hacia conspiraciones o teorías en conflicto sobre la libertad de expresión, pero no menos agresivas.

El senador Josh Hawley, un republicano de Missouri, ha emergido como representante del sentir republicano en esos temas. Hawley, el legislador en activo más joven en el Senado, tomó la iniciativa en las investigaciones en curso sobre Facebook, uniéndose a Sens. Ed Markey (D-MA) y Richard Blumenthal (D-CT) en febrero en una carta para que investigue la recopilación de datos de adolescentes por la compañía, y que incluya una legislación junto los demócratas que consiga una protección de privacidad más rigurosa para los niños. También ha pedido cambios en la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, que a menudo se considera la protección legal básica para las plataformas en línea."

Imagen: David Martín :: Suki_ ::