Las cookies son pequeños archivos que se generan al visitar una web que almacenan información de tus movimientos. Es habitual tener que aceptarlas cuando entras en una página por primera vez. Por eso sale un mensaje en el que se ofrece más información sobre ellas. Pueden ser propias, generadas en la página que se visitan, o de terceros, normalmente los anunciantes, que suponen aproximadamente el 70%. Se pueden clasificar en:
Cookies de sesión: Son las que recuerdan tus preferencias cuando navegas por una web y que desaparecen y se borran de tu disco duro cuando cierras el navegador. Solo están activas mientras dura la visita.
Cookies permanentes: Como su propio nombre indica, no desaparecen cuando se cierra el navegador, aunque tienen fecha de caducidad, establecida generalmente por la página web. Son las que sirven para recordar datos e información de una web que ya se ha visitado.
También se pueden clasificar según la Agencia Española de Protección de Datos, por su finalidad:
Técnicas: controlan el tráfico, identifican sesiones, almacenan contenidos…
De personalización: idioma, tipo de navegador, configuración regional.
De análisis: siguen el comportamiento de los usuarios para medir actividad del sitio.
Publicitarias: permiten la gestión de espacios publicitarios que el editor incluyó en web.
De publicidad comportamental: crean un perfil específico del usuario.
Varias de estas finalidades pueden estar en una sola cookie.
¿Para qué sirven las cookies?
Funcionan como una especie de memoria de nuestras preferencias, ya que las almacenan y recuerdan. Por eso recuerdan tus contraseñas, usuarios, permiten rellenar un carro de compra en una tienda online, compartir en redes sociales o muestran publicidad relacionada con temas que te interesan. Porque también informan a las empresas de nuestros gustos. Por eso cuando visitamos o compramos algo en una web nos llegan ofertas parecidas, basadas en nuestras búsquedas. Aceptar las cookies nos sirve para mejorar la experiencia de uso y además ahorrar tiempo ya que no tenemos que poner nuestros datos y contraseñas cada vez.
Para los administradores de páginas es un elemento imprescindible para saber las visitas que tienen, los contenidos que más gustan, o el dispositivo desde el que acceden. Datos todos que permiten mejorar la web de cara al usuario.
Las cookies recogen una información que de alguna manera ha sido proporcionada por el usuario en algún momento, normalmente porque se ha activado esa opción. No se trata de información privada y además es anónima, ya que no proporcionan datos personales. Se puede navegar sin aceptarlas si se hace desde ventanas privadas, desde las que ni se almacenará información en el ordenador ni se recordará nada.
Se pueden borrar de forma manual, solo es necesario acceder a Herramientas y borrar los datos de navegación. Lo mismo en el smartphone, accediendo a Configuración y en Privacidad borrar cookies. La posibilidad de que existan abuso y que se obtengan datos sin el consentimiento del usuario es algo que se ha regulado por la Comisión Europea.