En España hay vacantes de profesionales de perfil tecnológico requeridos por empresas que quieren adaptarse al modelo digital en sus negocios, que sin embargo no se cubren. Y según los datos que aportan agencias de empleo, este fenómeno seguirá aumentando, es decir que seguirán faltando los profesionales para empleos altamente cualificados.
Las empresas necesitan profesionales conocedores de analítica de datos, Big Data y Data Science, realidad virtual, desarrollo de datos, ciberseguridad. Los perfiles más demandados según Randstad son aquellos que tienen que ver con la ingeniería de automatización y control, Inteligencia Artificial. También expertos en clockchain o Internet de las cosas. Justo lo que necesitan las empresas para dar el paso y digitalizarse.
Esto significa a primera vista, que hay una brecha entre lo que se estudia y lo que demandan las empresas. Que nuestros jóvenes no se están preparando de una manera adecuada porque las carreras universitarias no ofrecen la preparación necesaria para que esa realidad, esos empleos de alta cualificación se cubran. Y, ¿por qué ocurre esto?
La universidad no sabe qué necesitan las empresas y éstas no encuentran lo que necesitan en los licenciados. Esto ocurre más en las públicas, que ofrecen una cierta resistencia al cambio, algo para lo que las privadas son más receptivas. Es necesario que en los planes de estudio se incluyan materias que sirvan para cumplir las demandas de las empresas, en vez de pensar en el estatus de la entidad o las rencillas que pueda haber entre departamentos universitarios.
Ya debe ocurrir en la educación básica. Se debe ofrecer una formación adecuada, impartiendo materias realmente útiles y que se enseñen de forma eficaz, pensando en preparar a los alumnos para los estudios superiores, la vida laboral y el esfuerzo, más que en la frustración del alumnado por no conseguir otros rendimientos.
Las empresas, por su parte, también deberían considerar los perfiles que no son universitarios, porque se quedan por el camino personas válidas que vienen de la Formación Profesional o que han adquirido sus destrezas en el entorno laboral. Se suelen minusvalorar este tipo de perfiles.
La solución obviamente es que la educación se adapte a las necesidades de las empresas, al mundo real. Los planes de estudio deben ser realistas y muy dinámicos porque los cambios en las empresas se producen constantemente a gran velocidad y la programación educativa se plantea a medio plazo con lo que muchas de las enseñanzas quedan o bien obsoletas o anticuadas cuando se llega al mundo laboral. Salen excelentes licenciados de nuestras universidades, pero con una formación que no se ajusta a lo que se necesita.
Algo que se debe solucionar pronto porque la existencia de este desajuste produce un freno al crecimiento, a la transformación de las empresas y por ende de la economía, lo que se traduce en pérdida de competitividad a nivel internacional.